Las suelta,pobres,les da un ápice de libertad. Un racimo de uvas en medio del campo,una ola que rompe sobre la orilla y no es nada más que eso: un instante. Lo efímero hecho silueta. Las suelta, dije: pobres. Y ellas bailan en circulo, se marean, se cobijan entre sí. Se creen parte de una esfera. De una cúpula que nos cubre a nosotros mismosdel resto del… Leer más La jaula de la libertad
En alguna esquinao acantilado. Dentro de un sueñoo en la maniobra última y finitadel vil descargo. Allá en el sitiodonde se esconde la luzy el tiempo de la distancia,y da la hora de aparecersesímil sorpresa o desesperanza,teñido a fuego sobre la tierraque grita y canta-cuando despierta-“¿dónde andarás?”, perro descalzo,que huele a fuerza y a uso/abusoque… Leer más Perro descalzo
Son nuestros, también,los negros astutosque corren de miedo-y por suerte-esquivan, a veces,las balas, las piedras,y dejan asfaltos marcados a fuegoen caso fortuito-y en causa aparente-por lío y destrozolos llevan en bolsasal ras del mundo y del suelo,los tiran al río, baldío, insolencia,los dejan bien fríos de muerte y de hastío,los nombran sin nombrecon cifras, con… Leer más Los negros los nuestros
De chico siempre tuve perros. No en cantidad y todos juntos, sino que pasaron como lo hace la infancia: de a poco, casi despacio en ciertos puntos; y veloces, atroces, fugaces en otros. Ramirez fue el último perro. El anterior (ahora que lo pienso… no estaría nada mal pedirle disculpas), se llamó Pluto. En el… Leer más El sueño de Evaristo _ cuento
Los textos viajan en el tiempo, y es notorio. El mensaje corre y alcanza metas y traspasa etapas y miserias, alegrías y trastornos, mudanzas y licores. Por decir algo así de paso como quien quiere la cosa: muere Raúl Alfonsin. Muere Néstor. 56 muertos en once. Papa Francisco. Bicentenario. La 125 y la historia me… Leer más De pronto
Despertó a la madrugada por el ruido de la tormenta. El viento escurridizo como gato de azotea se asomó bajo la puerta. Sus uñas, rojas aún de la noche anterior, intentaron lo impensado. Poco a poco comenzó a escarbar sobre la almohada. Primero rompió la tela, luego continuó con su relleno. Arrancó todo su contenido… Leer más Lejanía
A Martín le dijeron en la remiseria que debía buscarse otro trabajo. Que acá no podés seguir. Que siempre una queja, nene. Que la señora de ayer dijo que le gritaste y me importa un carajo que digas que porque es sorda tuviste que levantarle la voz. Vos sos negro y yo no te digo… Leer más El Polaco que nunca será Goyeneche
Qué es lo que hace cambiar cuando el tiempo se amontona, como si fuera algo escurridizo entre en los ojos que no se muestra ni se siente, ni se cuenta, ni se piensa. Será, quizás, la esperanza desoxidada, la luz al fin del túnel que despierte a los pájaros, o la suerte irrefutable de los… Leer más Telegrama
A usted, señor de ahí, sepa entender las proporciones que acongojan al espacio y dan crédito y sentido al recorrido. Sepa comprender, si es posible, es temprano y los humores, es temprano, ya le dije, la mochila… Por favor, señor, le pido no me arranque el hombro izquierdo, baje su bolsito y el volumen, su… Leer más A los trenes
¿Querés jugar? ¿Querés ganarme para siempre? Con esas preguntas me despertó mi hermano el catorce de julio de mil nueve noventa y cinco; sin titubear, le dije que sí. Por supuesto. Después le consulté qué era, que qué ganaría y cómo debía hacerlo. Él me explicó el juego en simples palabras, no fue para nada… Leer más Bandera final
Ella me miró y me preguntó qué era el amor. Yo la miré bostezar y le pregunté si tenía sueño. Ella dijo que sí. Yo le dije que ojalá se te cumpla. Ella sonrió, o se rió, o cómo se diga. Y ahí fui yo quien entendió qué era el amor.
La cama tiene un libro de Cortázar que sostiene a la cuarta pata. Sobre su lomo cae la sábana pálida como las baldozas del ambiente. Un placard alberga camisas a medio planchar y retazos de amores que fueron despojados de sus prendas. El perfume huele a invierno. El cuadro de la pared indica que la… Leer más Nunca te fuiste, Julito
Entre los adoquines, entre las arandelas, entre las gotas de la lluvia, entre los acantilados de los cordones, entre la distancia de los minutos, al borde del sol, por detràs del ocaso. Entre las ojas de otoño, entre el aroma del mar, entre el sonido del aire, entre lo que no queda por ya desaparecer,… Leer más Abuelo
No te olvides de cerrarla, convencida de cuidarla, no te olvides la valija ni aquél bolso por favor, la sortija (siempre puta) fue hace años en la plaza, el piscuí no dió disculpas ni la tuvo con fervor. No te olvides de los gases, de los gritos, disparates, no te olvides los hidrantes ni del… Leer más No te olvides
—Gastón, escuchame, no suelo opinar mucho, pero escuchame: te digo que por ahí no es. Estoy casi seguro que por ahí no es. Estoy muy… —Es cierto —interrumpe Gastón— no sos de opinar nunca. Pero una vez te pido, sólo una vez en la vida, ¿podés confiar en mí? —Gastón, fijate, no hay luces.… Leer más Los hermanos Grimm causaron dos nuevas muertes
Ale Bisignano Burgos 